En la conferencia celebrada en 1996 sobre la Arquitectos españoles del s. XX, el Dr. Julio Cano, profesor de la Universidad de Navarra, resalta la importancia de índole cultural y trascendental que tiene la arquitectura en la sociedad. Para el Dr. Cano la arquitectura contemporánea se encuentra entre dos tendencias que tienen que acoplarse mutuamente y de manera constante. Por una parte, considera que la filosofía del Movimiento Moderno es una tendencia artística. “La modernidad es un valor temporal y como tal efímero. Los contemporáneos valoran en ella las particularidades de su época y sus circunstancias, cuya vigencia desaparece de manera inexorable para generaciones posteriores y solo queda el valor efectivo de la obra. Me interesa la modernidad en el sentido de progreso y creo que el progreso hay que medirlo en términos espirituales. [...] No hemos de obsesionarnos por ser modernos, es algo que si estamos despiertos se nos va a dar por añadidura. Es más, pienso que una actitud abierta, capaz de apreciar los valores de culturas de otros tiempos o distintas de la nuestra, es uno de los rasgos más nobles del pensamiento moderno.” Y en contraposición, señala que las corrientes racionalistas se caracterizan por tomar las decisiones entorno al clima social, económico y la realidad cultural. Por lo que para el arquitecto se presenta : ”...el choque y transfusión entre la poética racionalista y un deseo de natural sencillez, intimidad y unión con la naturaleza, apareciendo en ella elementos vernáculos, como el patio, las tapias encaladas, etc. Es un primer encuentro con lo popular.” De tal forma, que la técnica y el arte presentan una coyuntura muy especial en la contemporaneidad de la Arquitectura Española.
Las tendencias racionalistas provocan arquitecturas muy distintas, las cuales coinciden frecuentemente con arquitecturas vernáculas, ya que de acuerdo a los problemas ambientales y climáticos aplican diferentes criterios para solucionarlo siguiendo las normativas estrictas establecidas. De igual forma, el Arq. Antonio Fernández de Alba, en una conferencia impartida en la Universidad de Navarra en 2002 sobre la Arquitectura Moderna, resalta que las antropologías han cambiado y esto presenta una dificultad ya no sólo para la técnica, sino para el arte. Más en concreto, apunta a que el hombre se ha vuelto objeto de consumo, y en relación con la arquitectura se presenta el problema de si los objetos bellos se han ido por esta tendencia o realmente tienen un valor estético. Su mayor preocupación es: “Contemplo la relación íntima de la arquitectura con la naturaleza, alterada en parte por esta formalización dinámica y a veces caótica de la civilización moderna y que confunde a tantos arquitectos fatigados por atender a las demandas de un formalismo que destruye todos los significados de un buen construir.”
La arquitectura racionalista ha roto con las tradiciones antiguas y se ha antepuesto un excesivo tecnicismo unificador. Este enfoque, causado por la Revolución Industrial, permite que un edificio se condicione a un estilo internacional. Arquitectos con Le Corbusier se caracterizan por elegir esta tendencia en sus edificios. “Así pues se puede decir que el racionalismo arquitectónico, es la depuración de lo ya sobresaturado, dejando solamente lo esencial, lo práctico y funcional para cada situación.” Sin embargo, cabe resaltar que el Arq. Le Corbusier no pretendía una sociedad enfocada en el consumo, sino que su trabajo auténtico y moderno de entonces, fue un modelo para las tendencias actuales puramente técnicas.
Kenneth Frampton, reconocido arquitecto y escritor inglés, coincide con los puntos antes mencionado por los arquitectos de la Universidad de Navarra, según El País. Frampton dice que la técnica se ha sobrepuesto al arte: "tratar la arquitectura como arte, como esculturas gigantescas; eso reduce la arquitectura a la fachada de los edificios.” Asimismo, considera que el movimiento moderno goza de autenticidad, pero que con el transcurso del tiempo la tendencia racionalista, que se ocupa del consumo y el mercado ha ido acaparando las ciudades. Por otra parte, Frampton aclara que España a logrado conservar arquitectura de calidad. Los arquitectos españoles han logrado conservar la sensibilidad y la creatividad técnica, en opinión de la Revista Arch Daily, más consideran que hace falta la sustancia histórica.
En la crítica desarrollada por Van Doesburg se presentan dos ideas fundamentales, la primera de ellas presenta cómo la arquitectura española se ha enfrentado a la cargada herencia de una tradición religiosa, gótica y árabe, donde ejemplifica en este caso a la Sagrada familia de Gaudí; y en segundo lugar, un censurado carácter vanguardista. En su opinión: “La adopción mimética de los esquemas formales de la Modernidad lleva al desarrollo de soluciones carentes de contenido, donde como planteó en su día con Mercadal, al tildarlo de ultraísta la voluntad por ofrecer una nueva imagen dominaba sobre la reflexión en el proyecto.” Y concluye que en España no nos encontramos ante una arquitectura puramente funcionalista o constructivista, sino ante una figurativa, donde el espíritu se eleva por encima de la materia.
La técnica y el arte en la Arquitectura Contemporánea de España
– Ana Paola Odiardi Ortega
Arq. Jorge San Miguel Bellod
El Arq. Jorge San Miguel Bellod, doctorando en el CIE, nos ofrece una crítica sobre la arquitectura moderna. Hace actualmente su investigación sobre la Rehabilitación en casos de pobreza energética.
De alguna manera la crítica viene de la imposición de unas formas, constituyendo una estética que no responde directamente a la adecuación de ese funcionalismo del que fue hacia la máquina de hábitos.
![](https://static.wixstatic.com/media/cbd346_1936ef7197ec411fa69e036937cb0eb8.jpg/v1/fill/w_591,h_394,al_c,q_80,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/cbd346_1936ef7197ec411fa69e036937cb0eb8.jpg)
La crítica responde a las necesidades de las personas en un lugar definido. Consiente que la arquitectura responde a un tiempo que rompe o se aleja adecuadamente de la historia debido a las nuevas necesidades y medios de las formas de vida, hace presente múltiples manifestaciones ideológicas y estéticas. Formalmente, de una manera simplista, puede verse en las formas básicas, rotundas, la penetración de los nuevos materiales, vidas derivadas del desarrollo individual, que en cada país toma una expresión formal e ideológica distinta. Tras la búsqueda de reglas universales, del hábito, una singularidad en las medidas, el módulo y la armonía básica de las formas.